El Bokeh es un concepto japonés que significa desenfoque. Nosotros en fotografía lo utilizamos para referirnos a los desenfoques producidos por la baja profundidad de campo que produce nuestro objetivo. Es aquí cuándo jugamos con la profundidad de campo para hacer un enfoque selectivo de forma creativa.
¿Cómo se hace un bokeh?
Para realizar el desenfoque tenemos que tener en cuenta tres premisas:
- La distancia focal utilizada. A mayor distancia focal menor profundidad de campo por lo que nos facilitará mantener un plano enfocado y el resto desenfocado.
- La apertura utilizada. Si optamos por diafragmas de mayor tamaño como por ejemplo, un buen f 1.8, nuestra profundidad de campo se ve mermada y contrubuirá a nuestro desenfoque.
- La distancia con el objeto. Si colocamos bastante cerca entre sí, el sujeto a fotografiar y el fondo, y a la vez nos posicionamos también nosotros cerca de estos, añadimos más desenfoque a la fotografía, o en otras palabras menor profundidad de campo.
Para este tipo de fotografías un buen objetivo luminoso nos viene de perlas como el Canon 50mm f 1.8 o el Nikon 50mm f 1.8, ambos a buen precio.
¿Cómo se produce el bokeh?
El bokeh es el desenfoque de las luces de la escena, que al perder el foco se obtienen “manchas de luz” con la forma del diafragma. Esta forma puede ser dura o mas difusa en función del tipo de objetivo que utilicemos, aunque a más luminosidad más atractivo será nuestro desenfoque.
El bokeh también se puede obtener mediante filtros en el procesado de la imagen como el de Alien Skin Software, “Bokeh 2” que simula el desenfoque en áreas determinadas, emula lentes, profundidad de campo, etc.
Utilizar el Bokeh de forma creativa. Cambiando la forma del bokeh
Se puede cambiar la forma de estas “manchas de luz” mediante uno sencillos pasos:
Primer paso: Materiales
Necesitaremos un objetivo luminoso, mínimo un f 1.8 para un buen bokeh, cartulina negra, cinta aislante negra, cuter y tijeras.
Segundo paso: Midiendo el diámetro
Medimos la cantidad de cartulina que necesitaremos para construir un cilindro un poco mayor de diámetro que nuestro objetivo. También mediremos para recortar un círculo del tamaño del cilindro para después adosarlo a una de las caras.
Tercer paso: Dibujando la forma
En el círculo que hemos marcado en la cartulina y recortado, dibujaremos la forma que queremos que adopte nuestro bokeh. Cabe decir que debe estar bien centrado en el círculo para que el efecto sea más exacto. Después la cortaremos con el cúter, dejando la silueta en negativo sobre el círculo.
Cuarto paso: Montaje
Emsamblamos las piezas asegurándonos que las medidas son correctas y las fijamos con cinta aislante negra. Con la cinta debemos asegurarnos de que no haya filtraciones para así que no se cuele luz en el interior de nuestro “diafragma” personalizado.
Quinto paso: Prueba
Ya preparada la foto y lista para presionar el disparador, colocamos el “diafragma” personalizado delante del objetivo introduciéndolo en él. Al disparar no notaremos la diferencia hasta que cuando veamos la foto, veremos esas “manchas” convertidas en nuestras figuras.
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Si no quieres muy mañoso, siempre puedes adquirir uno ya hecho. En Photojojo tienen infinidad de productos de este tipo, pudiendo elegir varios de los kits que tienen con formas diferentes.
Tienes algún truco más, no dudes de dejarlo en los comentarios.
1 comentario:
Interesante *-*
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