La compañia de fotografía y periféricos de la imagen, Canon buscaban la manera de promocionar su nueva impresora Pixma. Para ello echó mano del estudio creativo Dentsu, que mediante una serie de esculturas de pintura creadas por la vibración del sonido, resolvió el problema de una forma admirable. A cargo del equipo estaba el director, Christopher Hewitt, conocido por comerciales de Cartier, Canon, Adidas... y el fotógrafo, Jason Tozer, que también ha trabajado con marcas conocidas como Nike, Peroni y johnnie Walker. Ambos decidieron obtener tanto imágenes fijas como en video para esta propuesta.
El diseño de la idea fue de Rob Zuurbier, que tenía muy claro que quería llevar la metáfora del color hasta las cotas más reales, por lo que del concepto al resultado lo que obtuvo fue belleza en su estado más puro, el minimalismo y la abstracción más propio de los cuadros de Kandinsky o Pollock.
El proceso consistir en envolver una bocina con una membrana y después verter gotas de varios pigmentos de tinta. A partir del funcionamiento de la misma, las vibraciones producían que las gotas saltasen y se mezclaran en un baile de color y formas. Mediante una cámara fotográfica y una de video de alta velocidad capturaban estas esculturas desde todos los ángulos posibles, y variando las frecuencias creaban gran variedad de posibilidades.
Aquí os dejo los dos spots y el video de cómo se hizo.
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