De como una idea se convierte en una genialidad.
Me encanta la idea de utilizar las cámaras como si de fusiles y ametralladores fueran, pues no es pecado de pocos el acribillar a sus sujetos, para luego tener una bien y el resto iguales. Supongo que estas reflexiones salen de aquel que se inició en lo analógico, donde cada foto tirada contaba.
Bueno, dejando la nostalgia aparcada, ¿Vosotros como fotografiáis, mediante ráfaga y eligiendo después la mejor o pensando y analizando la foto antes de disparar?
Vía microsiervos
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